A los productos de consumo más “modernos” y que nos sorprenden cada año, hemos de añadir los clásicos, los que nos acompañan cada Navidad y nunca pueden faltar. Tenemos ese tipo de alimentos que juegan con la desventaja de ser un producto estacional, y que aun así, siguen en la brecha de los más consumidos.

Cobra especial relevancia un producto como el turrón. Representa la tradición, pero está sabiendo reconvertirse a los nuevos tiempos gracias a factores necesariamente complementarios como son el ecommerce y la calidad en la elaboración. Algo similar ocurre con el cava, ya que aunque bebemos cava a lo largo de todo el año, las fechas navideñas le coronan como uno de los productos más apreciados.

Pero con el paso de los años los productos se han modernizado. El análisis de Nielsen pone el acento en este cambio en las cestas de la compra de los españoles de cara a la Navidad. Nuevos productos están entrando con fuerza en las mesas y desplazando o compartiendo bandeja con los productos más tradicionales como los turrones, mazapanes y polvorones. Un ejemplo son las tabletas de chocolate que se encuentran en el mercado en formatos y sabores sofisticados e innovadores. Esta gama de chocolate fue la única que experimentó crecimientos, mientras que las ventas de turrón cayeron un 3,6% en volumen durante las navidades pasadas.

Otros productos que se están incorporando de forma progresiva a las mesas españolas son los buñuelos (típicos de Sudamérica), los panettones de Italia, los huevos de Pascua, los calendarios de adviento o las figuritas de chocolate de los países nórdicos. Para Gustavo Núñez, director general de Nielsen España, “las familias españolas nada tienen que ver con las de hace una década, ahora eligen productos diferentes, influidos por otras culturas y modas”.

En definitiva, tradición y modernidad se dan la mano en una época en la que el consumo es clave, y que determinará la evolución del mercado en los próximos meses.

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