¿Qué valoración hace de la Semana Santa?
A falta de últimos detalles, los balances de las encuestas en todos los establecimientos han sido favorables. Ha habido crecimiento prácticamente en todos los sectores: hospedaje, noche, hostelería y bares de tapas. El trabajo bien hecho de estos años, la calidad, la atención al público, la mejora de las instalaciones y que Zamora se ha convertido en un producto turístico de primer orden ha hecho que podamos dar un balance bastante positivo.
¿Están contentos con el número de visitantes que han llegado a Zamora?
Hemos tenido un importante número de visitantes. En la capital el éxito estaba casi garantizado y había que revitalizar la provincia. La capital ha cumplido con creces y la provincia también. Sobre todo en zonas vinculadas al turismo de interior. La comarca de Sanabria en Puebla, en los Arribes también ha habido buena ocupación, al igual que en Toro. Llevábamos años esperando que se acabara la Ruta de la Plata, que se acabara el AVE y se ha comprobado que al acabar las infraestructuras, la ocupabilidad y el turismo mejoran.
¿Qué queda por mejorar?
El reto importante está en boca de todos. Es el continente para la Semana Santa, porque tenemos mucho contenido pero no continente. No solo debemos ceñirnos a los diez días de Semana Santa para promocionar los pasos, sino que ese macro museo sea un referente a nivel nacional y mundial y se haga en Zamora de una vez por todas.
¿Qué es lo que más valoran los turistas?
Valoran todo en general. Vienen atraídos por la marca Semana Santa de Zamora, como una de las más importantes del país. Cuando llegan se sorprenden de las instalaciones hoteleras magníficas que hay, de la variedad que existe en las barras, los restaurantes… hay una oferta gastronómica variada, importante, creativa y mimada. Pueden visitar la ciudad y a la vez probar cosas fantásticas.
¿Qué le falta a Zamora?
Somos un poco victimistas, pero los que llevamos tiempo trabajando en este sector sabemos que la solución de la ciudad y la provincia es el turismo. Pero no como recurso de que no tenemos otra cosa, sino porque tenemos las bases y claves de turismo de interior y hay que hacerlas valer y saber. En espacios naturales, en románico, en gastronomía, en hostelería competimos con toda España e incluso con el mundo. Estamos en la línea, podemos competir y no hay que ser victimistas. E incluso tenemos sol y playa como turismo de interior con el Lago de Sanabria y las playas fluviales.
¿Ha sido la mejor Semana Santa de los últimos años?
Sí, ha sido la mejor Semana Santa de los últimos años porque ha sido el punto de inflexión de la caída libre que veníamos notando. No volverá a ser como era la de hace nueve años cuando la restauración era brutal todos los días no solo Jueves y Viernes Santo, con aquello de la burbuja. Pero la mejoría este año ha sido evidente.
¿Sigue notándose la crisis?
Se nota todavía la crisis, pero ahora no es la económica, a la que ya nos hemos acostumbrado, sino que estamos ante la crisis institucional. No sabemos quién va a gobernar o qué va a pasar, eso provoca intranquilidad y la intranquilidad es el amigo más íntimo del ahorro.
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