Inicio soñado para el Club Deportivo Zamarat. Tras una pretemporada en el que el conjunto naranja no se había dejado ver por la capital del Duero y había transmitido cierta irregularidad, las naranjas afrontaban la primera jornada de liga generando alguna duda. Pero tras los primeros cuarenta minutos de la temporada, el equipo de Lucas Fernández dejó patente que tenía muy claro que lo importante comenzaba este sábado y por eso el equipo ofreció su mejor nivel.
El grado de solidez de las naranjas fue máximo durante casi todo el encuentro. Ya desde el inicio, las zamoranas comenzaron a tener las primeras ventajas. Unas ventajas que sin ser ni mucho menos definitivas sí que advertían el grado de preparación con el que llegaba el CD Zamarat a este debut liguero. No obstante, el primer parcial acababa con victoria momentánea (17-16) para las locales. Pero en el segundo cuarto esa diferencia ya quedó reflejada ligeramente en el marcador y las naranjas se iban mandando por 29-32. No estaba siendo un encuentro especialmente superlativo de ninguna de las jugadoras de Lucas Fernández, pero ahí estaba la importancia, ya que casi todo el equipo estaba enchufado.
La clave estuvo en el tercer parcial. Ese juego compacto, sólido y de equipo del CD Zamarat fue aún más marcado, lo que le valió para endosarle un parcial de 8-15 al IDK Gipuzkoa y entrar en el cuarto decisivo con esa ventaja psicológica de diez puntos. Una ventaja que las naranjas llegaron a ampliar hasta los quince puntos pero que al final quedó reducida, en el tramo final por el pundonor local, a los ocho puntos (56-64).
Al final, victoria muy convincente de las de Lucas Fernández que reflejó en los números ese trabajo de conjunto con cinco jugadoras llegando o sobrepasando los diez puntos: Svitlica, Van den Adel, Pirsic, Sofía Silva y Cinili. El único lunar del partido, el escaso acierto desde el perímetro, ya que las zamoranas apenas convirtieron dos triples de los catorce intentados.
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