Rosa Valdeón: “La Sociedad de Turismo hizo muchas cosas buenas pero las dificultades económicas nos impidieron seguir con ella”

 Rosa Valdeón: “La Sociedad de Turismo hizo muchas cosas buenas pero las dificultades económicas nos impidieron seguir con ella”
Rosa Valdeón: “La Sociedad de Turismo hizo muchas cosas buenas pero las dificultades económicas nos impidieron seguir con ella”

¿La ciudadanía ha interpretado bien el ARI de Los Bloques?

Yo creo que sí. Ha sido un gran proyecto con una cuantía económica muy importante pero, sobre todo, con un rendimiento social impresionante. Piense que son más de 350 familias las que van a ver rehabilitada su vivienda y adaptada a lo que tiene que ser una vivienda en estos momentos, es decir, con una accesibilidad, con una posibilidad de ascensor, con una mejora estética y con una mejora funcional. Eso de llevarlo al día a día de las personas, creo que es cuando los millones pasan a ser lo anecdótico: En este caso, no importa la cuantía sino el rendimiento que ha tenido en una obra, que es verdad que ha sido compleja. Imagínese las obras en una casa, pues imagíneselas en tantas viviendas.

Al final, es una de esas inversiones que saltan a la vista.

Efectivamente. Es la vida de esas personas y también la vida de un barrio y de una zona emblemática de la ciudad que, en su conjunto, mejora.

¿Cómo va ese juego de las sillas que es el traslado de la Policía Municipal al Banco de España?

Pues inmediatamente porque la mesa de contratación se reunió estos días, aún creo que no han formulado la propuesta de adjudicación, en cuanto la formulen, lógicamente, se inicia y empezarán las obras y se hará el traslado. Me ha gustado eso del juego de sillas. Es verdad que lo parece pero yo creo que es un juego de sillas muy productivo. Es decir, que el hecho de poder llevar a la Policía Municipal a una sede mucho mejor que la que tienen, en un lugar muy populoso, con buenas facilidades de comunicación y, a la vez, utilizar un espacio que estaba perdido o infrautilizado, que lo único que hacía el Banco de España, como puede usted suponer, es gastar y no producir nada, y eso, que nos permite, además, ahorrarnos otro alquiler, pues en el fondo le diría que hemos hecho la cuadratura del círculo. No es fácil porque estos juegos de sillas, para que se siente uno en una, tiene que dejarla vacía otro. Se han dado las circunstancias, desde luego, han sido para nosotros unas circunstancias con las que, a priori, no contábamos porque el Banco de España, en su momento, no hablaba de alquilar sus instalaciones, siempre hablaba de comprar. Cuando hemos llegado a un acuerdo económico, creo que hemos hecho una buena operación y, sobre todo, también, la Policía Municipal va a poder trabajar mejor: tienen posibilidades para sus vehículos, para moverse por la ciudad, para acceder los ciudadanos y vamos a salir todos ganando.

 La Escuela de Enfermería tendrá que estar lista antes de las próximas elecciones…

Estará cuando pueda ser, la verdad. Pero lo que sí le digo también es que el proyecto ya está en fase de contratación, tenemos un plazo de un año y medio, más o menos, para realizarla y esperamos que esté antes de 2015, antes de las elecciones va a ser difícil. Lo que también le digo es que todo lo que se empieza, se acaba. Por tanto, yo solo quiero ver que se empiezan a poner los cimientos porque eso ya no tiene marcha atrás.

 Ese proyecto no ha podido estar más encasquillado hasta que lanzó de verdad, en 2012.

Pues sí, la verdad; hay que reconocerlo. Ha sido un proyecto complejo y, por eso, yo creo que el Ayuntamiento tomó la decisión de decir: Bueno, no es nuestra competencia pero como es bueno para la ciudad, vamos a hacerlo y después se la daremos a quien sea su competencia.

 ¿Qué sensación le produce haber firmado los papeles para liquidar la Sociedad de Turismo?

Pues mire, cuando, al final, se da una respuesta satisfactoria para todos aquellos proveedores y podemos pagar nuestras deudas, la sensación es absolutamente de alivio. Lo que sí es cierto es que ese alivio no compensa los malos ratos anteriores y hasta esa cierta sensación de fracaso de haber dicho: Bueno, pues creemos que la sociedad hizo muchas cosas buenas, las hizo y, de hecho, se sigue hablando de Zamora, el turismo de Zamora mejoró, esos frutos de entonces todavía los vivimos pero dificultades económicas nos impidieron seguir con ella. Pero, una vez pagadas las deudas, yo, al menos, tengo una satisfacción que, aunque no compense el sufrimiento, por lo menos queremos que podamos salir con la cabeza muy alta, que todos aquellos que trabajaron para el Ayuntamiento de Zamora hayan podido cobrar. Eso es muy importante.

Hay quien comenta, hablando de este tema, que el verdadero pecado de Rosa Valdeón fue confiar en determinadas personas que no fueron acreedoras de esa confianza, porque la idea de la Sociedad de Turismo era buena.

La idea, en sí, era buena y sigue siendo buena. Quizá no es un problema de personas. Yo creo que fue un problema, también, de cuantificación económica. En épocas de bonanza, una sociedad de ese tipo, como las hay en muchas ciudades, se podría haber mantenido perfectamente. Lo cierto es que, en épocas de restricciones, no hubo una apuesta, nosotros concebíamos la sociedad como una apuesta público-privada, es decir, las dos cosas: Que pusiera dinero el Ayuntamiento y que pusieran también esos agentes turísticos, es decir, aquellos implicados en el sector. En esos momentos, supongo que ellos por sus dificultades y el Ayuntamiento por las suyas, no fuimos capaces de aportar todo el dinero y, entonces, la idea no prosperó. Pero, quizá, más que de personas, yo creo que ha sido producto de la situación económica. Desgraciadamente, en este país en este tiempo se han liquidado muchísimas fundaciones y sociedades y yo creo que, de ésta, dentro de haberla liquidado, el fruto ahí está. Es decir, no se ha desperdiciado el dinero; simplemente, hemos tenido que remodelar y ahora es la propia Concejalía de Comercio, Turismo y Desarrollo Económico la que sigue con esas iniciativas y, dado que no hay aportación privada, nos limitamos a los recursos públicos.

En su primer mandato gobernó en minoría cuando aún había algo de dinero. En el segundo, con mayoría y sin un duro. ¿Cuál ha sido más difícil?

Pues mire, le voy a ser muy sincera. Yo, que soy una persona que lleva muchísimos años trabajando en la Administración y muchos en responsabilidades políticas, creo que ésta ha sido la época más difícil. A mí no me asusta el trabajo, la cantidad de horas, la responsabilidad… Lo asumo bien. Pero es cierto que aquí se han dado dos circunstancias: que cuando había aún algo de margen económico, un cierto dinero, había una incapacidad política porque el sistema no me permitía tomar decisiones y  cuando me lo ha permitido pues, efectivamente, muchas decisiones han sido ajustar gastos.

¿Tiene muchos reproches para el vicepresidente ejecutivo de Adeiza, Miguel Ángel Mateos?

Yo creo que ya lo hemos superado. Yo soy una persona que supera bien las cosas pero como sí soy impaciente, es decir, soy muy pragmática y me gusta que las cosas se hagan rápido, sí tengo un poco la sensación de decir: en esos cuatro años, si no hubiera tenido esas incomodidades, podía haber hecho muchas más cosas o haberlas hecho más rápido. Es decir, ha habido cosas que se aprobaron al final del mandato, cuando llevábamos tres años, y se podían haber hecho antes. Yo creo que, en política, hay que ser riguroso con los gastos, hay que ser riguroso con los proyectos pero también es verdad que hay que ser riguroso con el tiempo. Todo el tiempo que pudiéramos perder en esos supuestos acuerdos políticos, es decir, en no tomar la decisión, es un tiempo que puede ser vital en algunos casos. Por eso, sí siento que para gobernar hay que tener esa capacidad de decisión. Nosotros, los gobernantes, tenemos la obligación de asumir lo que nos han dicho los ciudadanos. Por supuesto, evitar confundirnos o intentar no confundirnos, pero lo que no podemos hacer es eso que vulgarmente llamamos marear la perdiz. Los ciudadanos reprochan mucho que los políticos no nos pongamos de acuerdo en cuestiones serias. Y eso lo digo ahora que tengo mayoría y lo digo entonces, cuando no tenía mayoría y algunas cuestiones tan serias como unos presupuestos, como el Plan General de Ordenación Urbana, como muchos proyectos, salieron pero salieron más tarde. Cada mes que se pierde, se están perdiendo oportunidades.

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