El Spar Citylift Girona afronta los momentos clave de la temporada. Después de una campaña impecable, con Ramón Jordana al frente, el cuadro catalán está a tan solo diez días de la disputa del primer título del año: la Copa de la Reina, que se celebrará en Torrejón de Ardoz durante el fin de semana del 14 y el 15 de febrero. Las gerundenses llegan a la cita con opciones reales de ganar. En Liga, han derrotado a su principal rival, el Perfumerías Avenida, en la ida y en la vuelta, aunque antes deberán medirse a Conquero en la semifinal.
La Copa está en lontananza y, a buen seguro, en las cabezas de las jugadoras, que afrontan el duelo de este domingo, ante el CD Zamarat, con la necesidad de volver a mostrar fortaleza y de vencer para conservar el liderato. El pasado sábado, el equipo de Ramón Jordana perdió en la pista de UPV de forma tan inesperada como clara (76-64). El resultado supuso la primera derrota del conjunto catalán a domicilio y el primer signo de debilidad en mucho tiempo.
Desde el prisma del Zamarat, esta circunstancia tiene dos lecturas: La primera alude a la posibilidad de que las naranjas paguen el domingo los platos rotos del resultado en San Sebastián. Ávidas de demostrar que el tropiezo no supuso obstáculo alguno en su avance, las catalanas podrían salir dispuestas a hacer ostentación de su fuerza. El otro cristal, más halagüeño, invita a pensar que las de Jordana llegarán con presión al duelo, con la obligación de ganar para ir con buenas sensaciones a Torrejón.
Tan solo Chambers y Carbó salvaron la cara en el País Vasco. Cabe esperar que mujeres como Noemí Jordana o Gidden den otro paso adelante ante las de Lucas Fernández, que tratarán de evitarlo con la confianza que les confiere el triunfo obtenido ante el Campus Promete y la buena imagen ofensiva mostrada en los últimos partidos. Vencer en Girona antes del parón por la Copa valdría casi por una permanencia y dejaría la temporada prácticamente finiquitada para el Zamarat,
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