La Nochevieja diferente para este joven comenzó sobre las cinco de la madrugada, cuando el grupo de jóvenes encargado de los preparativos fue a su casa a buscarlo para comenzar la vestimenta. Las toallas amarillas y marrones con las que sale el Zangarrón son cosidas unas a otras y a la ropa que lleva puesta el joven, por lo que la tarea "se prolonga durante más de tres horas", explica el protagonista.
A primera hora de la mañana el Zangarrón, ataviado con su máscara y su tridente, comienza a recorrer las casas de Montamarta para pedir el aguinaldo a los vecinos, aunque sin duda el momento más divertido es cuando después de la misa persigue a los jóvenes del pueblo con su tridente.
Con la de Montamarta se cierra el ciclo de mascaradas de invierno en la provincia, donde varios municipios recrean en estas fechas estas tradiciones ancestrales que en el caso del Zangarrón tiene su origen en las celebraciones romanas para el cambio de solsticio.
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