Cinco de la madrugada. Viernes Santo. En la Plaza Mayor de Zamora se entremezclan ríos de personas que tratan de acceder a la calle de Los Herreros, junto con los hermanos de la cofradía de Jesús Nazareno que pretenden formar filas y también junto a aquellos zamoranos que ansían tener la oportunidad de entrar a ver el emblemático baile del ‘cinco de copas’ en la iglesia de San Juan. En ese momento, y tras el toque del merlú, se produce la famosa ‘arrancada’. Una arrancada que pone la piel de la gallina.

Los encargados de ese momento, uno de los más llamativos de la procesión del Viernes Santo, son los miembros de la Banda de Cornetas y Tambores de Jesús Nazareno. Una banda que este año cumplirá treinta ediciones de existencia. Más de cien personas conforman esta banda que abre la procesión a toque de tambores, bombos y sobre todo a toque de cornetas. Una banda que este viernes, y como cada año los viernes previos al inicio de la Semana de Pasión, despedía los ensayos con una gran cena. En este caso, una cena cargada de emotividad por tratarse de los treinta años de esta banda.

Los miembros de la Banda de CCyTT Jesús Nazareno compartieron mesa y mantel en un céntrico restaurante de la capital, y tras dar cuenta de las viandas, llegaron los dos momentos más emotivos de la noche. Primero, y fundamental, el homenaje que recibieron los cuatro únicos miembros de la banda que han visto crecer a esta agrupación desde su fundación. Treinta años siguiendo el desarrollo de una banda que cada Viernes Santo emociona a los zamoranos y a los turistas. José Carlos ‘Vaquero’, Marcelino, Eugenio Ratón y Francisco Sacristán son el póker de hombres que han vivido los treinta años de la banda desde dentro. Por eso, el resto de hermanos quisieron tributarles un sentido homenaje.

Pero no fue el único, ya que también, los componentes de la Banda de CCyTT Jesús Nazareno le entregaron una placa conmemorativa a los cargadores del paso de ‘Las Tres Marías’, con quien les une una gran relación. Una placa con la que desfilarán este Viernes Santo añadida al paso.

En definitiva, buen ambiente y muchos recuerdos en una cena que significa el paso previo al inicio de la Semana Santa y que ilustra treinta años de cornetas y tambores en una de las cofradías más antiguas de la Semana Santa zamorana, la cofradía de Jesús Nazareno.

Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios

Lo más leído