Fin de ciclo para los alumnos del IES Maestro Haedo. Tras seis años formándose en las aulas, la mayoría de estudiantes pone rumbo a la manida y temida Selectividad. “¿Qué es eso? ¿Apenas nos han hablado de la PAU en los últimos meses, no?” se preguntaban de forma retórica los dicharacheros presentadores. 

Cientos de amigos y familiares quisieron arropar este viernes a la hueva hornada de jóvenes del Maestro Haedo en su acto de graduación. El patio de butacas del Teatro Elvira Fernández se quedó pequeño para acoger al público y a la cantidad de emociones y sentimientos encontrados en una jornada tan marcada de la vida estudiantil. 

Las risas nerviosas del comienzo de la ceremonia dieron paso finalmente a las lágrimas de tristeza y orgullo por el camino recorrido y de incertidumbre y ganas por el camino por recorrer. De forma previa a la tradicional imposición de becas, los jóvenes no quisieron olvidar a sus docentes, aquellos que durante todos estos años no solo les han enseñado conocimientos de una materia específica “sino también de la vida”, como sostenía una alumna. 

Una aureola para la profe con más paciencia y una escopeta de juguete para el maestro conocido como el “abuelito de Heidi” fueron algunos de los regalos que los estudiantes ofrecieron a sus docentes. Unos detalles en compensación de estos seis años de estudio, compañerismo y aprendizaje de valores que ponen fin a una gran etapa de sus vidas y abren la puerta de un nuevo horizonte infinito. Adelante.

 

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