Tras varios días de revuelo y sobresaltos que se ha traducido en una de las crisis internas más importantes del Partido Socialista en Zamora en los últimos años, la situación parece estabilizarse. Al menos eso pretende hacer creer el grupo socialista que quiere dar por zanjado el problema, al menos en cuanto a la vertiente pública se refiere. De esta forma, el cauce de normalidad se recuperará una vez que se restablezcan las sillas vacías que tanto en el Ayuntamiento como en la Diputación han dejado los concejales y diputados que han renunciado a su puesto.
En el caso de la Diputación, ese problema tuvo su mejor ilustración este martes cuando la silla del Portavoz del PSOE se mantuvo vacía mientras se celebraba la Junta de Portavoces. Pese a ellos, los diputados socialistas que han renunciado ya lo habían hecho constar en el registro y será este viernes cuando esa renuncia se haga efectiva en el Pleno. A partir de ahí, no será hasta el próximo Pleno cuando se nombre a los nuevos diputados del PSOE.
La situación en el Ayuntamiento era algo más ambigua. Después de renunciar a sus actas de ediles de manera pública y ante los medios de comunicación, los cuatro concejales socialistas no habían dado ese paso de manera oficialista. Una situación que creaba aún más malestar entre la ejecutiva socialista. Pero este paso se produjo durante la jornada del martes. Así, Manuel Fuentes, Consuelo Pombero Sánchez, Oscar Diez Álvarez y Luis Vicente Pastor presentaron el martes su renuncia por escrito ante el registro municipal, solicitando la inclusión en el orden del día del Pleno Ordinario de febrero de un punto que comprenda la renuncia de los mencionados concejales.
Al igual que en el caso de la Diputación, el funcionamiento lleva la misma línea, con la renuncia en un primer pleno ordinario de los concejales salientes y con el nombramiento, en el siguiente pleno, de las personas que ocuparán os cargos de ediles que han quedado vacantes.
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