A las cinco en punto de la tarde los cargadores de los dos pasos de la Cofradía de Jesús en su Tercera Caída, además de los cargadores de la corona de espinas, se concentraban en el Museo de Semana Santa para proceder al traslado de las imágenes a la iglesia de San Lázaro. El objetivo, dejar todo preparado para que el Lunes Santo la procesión pueda salir sin contratiempos desde esta iglesia de la capital.
Aprovechando la tregua que ofreció el tiempo a media tarde, los pasos fueron saliendo uno tras otro del museo, bajando por el arco de Doña Urraca, la puerta la Feria y hasta llegar al templo que acogerá la salida de los hermanos el Lunes Santo. Precisamente por el arco de Doña Urraca se vivieron los momentos más delicados, dado la estrechez de ese punto y la anchura de los pasos.
El traslado de la corona de espinas estuvo cargado de emotividad, ya que los cargadores recordaron al hermano de honor Ángel Crespo Durán, que fallecía en junio de 2015. Crespo, que fallecía a los 52 años de edad, era directivo de esta cofradía y regentaba dos negocios de hostelería en la capital; además, durante varios años fue teniente de alcalde en Cubillos. Los hermanos cargadores quisieron honrar su memoria, teniendo en cuenta que era la primera vez que se ponían debajo de la escultura desde la fatídica noticia.
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