¿Tenía claro que debía presentarse a la reelección?
La evolución de estos cuatro años ha sido satisfactoria, la gente estaba contenta y he tenido el apoyo del comité ejecutivo autonómico y también del comité nacional, que refrendaron mi propuesta. Además, tenía claro que los compromisarios me iban a apoyar. Empecé hace cuatro años un camino y cuatro años es un buen espacio de tiempo, pero no lo suficiente para desarrollar objetivo. Hemos empezado con el proyecto y creo que los cuatro años que vienen serán de consolidación dentro del sindicato.
¿Qué objetivos se marca?
El principal objetivo que persigue CSIF es acabar con el bipartidismo sindical. Somos la primera opción de la función pública de Castilla y León, y de la administración general nacional. En los últimos años también apostamos por la empresa privada, haciendo nuestros pinitos en el último año y medio, consiguiendo delegados en pequeñas empresas. Y otro objetivo será el de aumentar la afiliación.
Empezando por el primero, ¿parece complicado desbancar a CCOO y UGT?
Nuestro objetivo como CSIF es romper con el bipartidismo sindical. CCOO y UGT están instalados en el sistema, reciben ingentes cantidades de dinero en forma de subvenciones estatales, mientras que nosotros apenas recibidos ayudas de ese tipo y subsistimos gracias a las cuotas de los afiliados. Creemos y debemos abrir brecha para instalarnos en las administraciones y de esa forma poder entrar en las mesas de dialogo social. Para eso nos hace falta el diez por ciento de representación, pero defendemos que ese porcentaje debería bajarse al cinco por ciento, como pasa en los partidos políticos para que tengan representación en las Cortes. Será difícil romper ese bipartidismo sindical, pero nuestra carta de presentación es que somos un sindicato profesional, independiente y transparente, con todas las cuentas auditadas y publicadas. Lo que da la garantía a los ciudadanos de que nosotros no hacemos negocio con esto.
¿Cómo aspiran a conseguir el segundo objetivo de introducirse en la empresa privada?
Hemos constituido un sector de privada dentro del sindicato. Nuestro trabajo del día a día es visitar a las empresas, presentar candidaturas cuando haya elecciones y hacer visitas aunque no haya elecciones para que nos vean también como un sindicato factible para lo privado. Es verdad que nacimos como sindicato de funcionarios, no renegamos de nuestro ADN, pero queremos expandirnos a nivel local y nacional. Contamos con muchos delegados en Michelin, Coca Cola, Dragados… y en Zamora empezamos a tener también representantes en empresas como el Centro de Transportes de Benavente, Zamora Limpia, Tragsa, Prolactea… Poco a poco vamos abriendo un camino y estamos ahí. Iremos poco a poco. Es mucho trabajo porque en la empresa privada no se nos conocía, pero con contrabajo lo configuremos.
¿Y qué objetivos concretos se marcan en Zamora?
Nosotros a nivel provincial buscamos los mismos objetivos que a nivel nacional. Queremos seguir teniendo fortaleza en el sector público y empezar a tener más representación en las empresas privadas. Pero sobre todo nos interesa entrar en las mesas de diálogo social para que los debates no sean monopolizados por dos sindicatos. De hecho, en los últimos meses la Diputación y el Ayuntamiento de Benavente nos invitaron a participar en una mesa de diálogo, evidentemente si voto, y CCOO y UGT amenazaron con no ir a la reunión si íbamos nosotros. Ese tipo de cosas te dan más fuerza para seguir trabajando y abriendo camino. Ya empezamos a ser un referente y queremos ampliar esa sensación.
¿Cómo está la situación laboral en Zamora?
El mercado laboral en Zamora a nivel de la pequeña empresa está como en el resto de los sitios, en retroceso. Zamora no brilla por tener grandes empresas y el pequeño empresario tiene muchas dificultades y está como está. Lucharemos para intentar contribuir a cambiar la situación.
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