Banco EspañaDuero, integrado dentro del Grupo Unicaja tras la reestructuración de Caja España-Duero (Ceiss), ha vuelto a reunirse este jueves con los sindicatos para avanzar en el proceso de negociación previo a la reestructuración de la plantilla, que puede afectar a un máximo de 1.120 puestos de trabajo y supondrá también el cierre de 42 oficinas.
La entidad financiera ha rechazado la propuesta de los sindicatos de reducir el tope de despidos a 900, con lo que también se opone a la petición del Ayuntamiento de que el impacto laboral del proceso de reestructuración sea menor.
En concreto, la desaparición de los servicios centrales con sede en León, Salamanca y Valladolid, además de las oficinas de Madrid, se llevará por delante 541 puestos de trabajo, según los planes del Banco EspañaDuero. Otros 579 trabajadores serán de la red de oficinas.
La entidad financiera ha concretado su oferta de recolocaciones y cambios de lugar de trabajo. Las recolocaciones serían en empresas del grupo Unicaja para 200 trabajadores. Para otros 50 trabajadores se propone cambiarlos de lugar de trabajo.
El banco plantea desde recolocaciones en empresas del grupo o en terceras empresas, movilidad geográfica, modificación de las condiciones de trabajo para el ahorro de costes, hasta la extinción del contrato de personas que, por su edad, tienen más fácil acceso a una jubilación próxima.
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