El objetivo es que el río Duero sirva de eje de unión entre Salamanca, Burgos, Ávila, Atapuerca, Las Médulas y Segovia, por la parte española y Oporto, Douro Vinhateiro, Guimaraes, Foz Coa y Siega Verde del lado portugués, los diez enclaves que conforman esta ruta.
"Es un espacio lleno de posibilidades especialmente en el ámbito del turismo y la Fundación está trabajando en la coordinación de esos recursos para convertirlos en productos turísticos de los que puedan disfrutar los visitantes, que sirvan a las poblaciones para su desarrollo y que puedan ser comercializados por los grandes operadores turísticos", argumenta González Prada.
La amplitud de esta iniciativa va más allá de una ruta turística, "porque se puede completar con otros muchos itinerarios, como la enogastronomía, el turismo de la naturaleza y el turismo del patrimonio vinculado al románico, porque tiene una riqueza muy amplia en este territorio y se puede explotar a nivel turístico".
"Ahora el trabajo es analizar qué oportunidades ofrece el nuevo periodo de fondos europeos para este tipo de iniciativas, porque es un proyecto transfronterizo que tiene gran cabida en esa financiación y, además, tiene que haber una colaboración y coordinación entre las ciudades", por eso la Fundación está orientada ahora a preparar toda la documentación necesaria para esta iniciativa esté lista a comienzos de 2015, cuando se puedan optar a los fondos europeos.
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