Un bar, un chato. Las reglas son fáciles y el juego aparentemente divertido, sin embargo el desenlace puede no ser el deseado. La calle de los Herreros se prepara una Semana Santa más para vivir su particular Vía Crucis, una tradición consolidada con los años por la asistencia de cientos de jóvenes, atraídos por poner a prueba su capacidad etílica. 

La pasada semana, el bar Amordiskos 2.0 colgaba a través de sus redes sociales una plantilla en formato PDF con el listado de los bares adheridos a esta tradición: un total de 28 establecimientos  con su correspondiente casilla para certificar la consumición en cada uno de ellos. El documento era compartido por más de medio centenar de personas y acumulaba cientos de ’Me gusta’ en apenas unas horas, creando gran expectación.

Esta noche, los jóvenes (y no tan jóvenes), acudirán a la conocida calle de ocio nocturno plantilla y vaso en mano para procesionar de bar en bar. Según los establecimientos consultados, el precio de los cortos de vino o de cerveza rondará los ochenta céntimos o el euro, aunque los regentes de varios locales apuntan a que hay gente que “se atreve” a hacer el Vía Crucis “a copas o a chupitos”. “Están locos”, añaden, teniendo en cuenta no sólo el incremento del precio sino también el aumento de la graduación alcohólica con los riesgos que ello supone para la salud.

Las asociaciones de alcohólicos rehabilitados advierten del peligro y de las graves consecuencias que pueden derivarse de la ingesta abusiva de alcohol, “no sólo para el propio bebedor sino también para su entorno familiar y social”. Desde este tipo de colectivos recuerdan que la decisión más acertada que se puede adoptar en estos casos es la de no tomar alcohol. Sin embargo, si a pesar de todo deciden beber, las instituciones aconsejan hacerlo de forma “moderada e inteligente”, asumiendo los menores riesgos posibles.

Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios

Lo más leído