De cada 10.000 tréboles, nace uno con cuatro hojas. De cada 2.000 personas, nace una con una enfermedad rara. Rara, extraña, diferente… pero no invisible. Por ello, una inmensa marea amarilla fluorescente ha iluminado esta mañana las calles del centro de Zamora irradiando rayos de esperanza y visibilidad a los más de tres millones de afectados en España por una enfermedad poco frecuente.
Coincidiendo con el primer domingo de otoño, más de 3.000 personas entre las diferentes modalidades (corredores, andarines, cicloturistas y patinadores) se han dado cita en la cuarta edición de la carrera de la Guardia Civil de Zamora a beneficio de FEDER (Federación Española De Enfermedades Raras). Una prueba solidaria que comenzaba pasadas las diez y media de la mañana con la salida de los ciclistas y patinadores y poco después, con la de corredores y andarines.
Al igual que en las grandes competiciones se anuncia la presencia de los atletas más destacados, un emocionado Raúl Vara, organizador del evento, cogía el micrófono para presentar con la voz entrecortada a los cinco primeros dorsales: los hermanos Hugo y Lara Robles, Lucas Vicente, Kilian Vara y por supuesto, Hugo, con el dorsal número uno. Una emotiva presentación que provocó los aplausos de todos los asistentes durante medio minuto justo antes del pistoletazo de salida de la prueba estrella.
El circuito, de 4.700 metros de extensión para los corredores y de 14 kilómetros para los ciclistas, se desarrolló sin incidencias por la Plaza Alemania, la comandancia de la Guardia Civil, San Torcuato, la Plaza Mayor, la plaza de la Catedral, Santa Clara y La Marina.
El atleta Alejandro Codesal fue el primero en entrar en meta parando el crono en 13 minutos 50 segundos. Jorge Rodríguez en segunda posición y Fernando Lorenzo en tercer lugar completaron el pódium de la clasificación general. Por parte de las féminas, la atleta villaralbina Lara Arias se impuso por delante de Sandra Márquez y Verónica Sánchez.
Además, durante toda la mañana se habilitó un servicio de recogida de tapones de plástico destinados al proyecto ‘Tapones para una nueva vida’ de la Fundación Seur. Asimismo, el pabellón de La Josa acogía a las 14:30 horas una comida benéfica a favor de cuatro niños con enfermedades poco frecuentes. Desde la organización, se hizo hincapié en que todo el dinero recaudado gracias a los miles de participantes irá destinado de forma íntegra a la investigación de estas enfermedades raras con pacientes únicos.
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