El endeudamiento local y el impacto del principio de prudencia financiera han centrado la segunda de las mesas redondas de la mañana dentro de la III Conferencia de Presidentes de Gobiernos Provinciales, que ha sido moderada por el Secretario General de la FEMP, Juan Ávila quien ha lanzado a los ponentes una pregunta para centrar el debate y que se ha ido desgranando con cada intervención: "¿qué entendemos detrás del concepto de prudencia financiera?
Los presidentes provinciales se preguntan por qué la rigidez de la norma no se les aplica de igual manera a otras administraciones y que la regla debería adecuarse a las características de las diferentes administraciones.
Sensatez y sentido común, según Martín Pozo
La Presidenta de la Diputación de Zamora, María Teresa Martín Pozo, que intervino al final de la mesa redonda, aseguraba que la prudencia financiera es "sensatez y sentido común" porque gestionar una entidad local "es más o menos como organizar tu casa, por eso deberíamos tener cierta flexibilidad para cubrir esas necesidades que nosotros somos quienes mejor las conocemos". Para ella lo que está pasando es que "somos los pequeños los que estamos ayudando a los grandes cuando debería ser al revés".
Por su parte, el Catedrático de Hacienda Pública de la Universidad de Oviedo, Javier Suárez afirmaba que "es fundamental contar con instrumentos para el logro de objetivos que no deben ser otros que cubrir las necesidades de los ciudadanos". Para él, "lo que parece prudente es que si hay necesidades sin cubrir y los gobiernos son autónomos, lo normal es que ellos remarcaran el margen de lo que deben hacer". Para el Catedrático "obligar por norma a que un superávit se dedique a amortizar deuda te lleva una conclusión que manifestaba Johan Cruyff, el dinero en el campo y no en el banco". Por todo esto ha incidido en que "si hay necesidades sin cubrir parece absurdo que las administraciones tengan dinero en el banco permanentemente". Para él, con cifras en la mano, las entidades locales no son culpables del déficit nacional y sin embargo se ven sometidas a continuas restricciones y ha terminado lanzando una pregunta: "¿Por qué esta rigidez no se les aplica a otras administraciones?". Por esto, su conclusión ha sido clara, "hay que relajar la regla de gasto, no eliminarla, pero sí adecuarla al sentido común".
No tiene sentido tener el dinero y no poderlo utilizar
El Tesorero de la Diputación de Sevilla, José Manuel Farfán ha tomado el turno de palabra para hablar de la parte más técnica de este principio de prudencia financiera, asegurando que es algo positivo pero se encuentra constantemente con la oposición de los bancos, lo que supone falta de financiación para algunos ayuntamientos. Aunque también ha destacado que este asunto se ha visto resuelto desde el pasado mes de junio. Farfán ha asegurado que la Ley ha tenido un efecto muy perverso porque "tenemos en caja el presupuesto y eso es una ineficiencia que hay que corregir, ya que "el exceso de líquido es problemático, no tiene sentido tener el dinero y no poderlo utilizar". Para José Manuel Farfán no hay duda de que "estamos financiando los déficits de las comunidades autónomas".
Por su parte, el Vicepresidente de la Diputación de Alicante, Adrián Ballester "la regla debería adecuarse a las características de las diferentes administraciones, ya que tenemos un muro con el cual nos estamos chocando continuamente, no podemos continuar teniendo la soga al cuello". El representante alicantino también ha querido incidir en el tema de las competencias y ha asegurado que "sin tenerlas en ciertos ámbitos, tenemos que prestar esos servicios porque son necesarios para los vecinos y nadie va a venir a prestarlas por nosotros". En su intervención, Adrián Ballester, ha concluido asegurando que la pequeña flexibilidad que ha permitido la ley en los últimos años sólo han beneficiado a las Comunidades Autónomas, sobre todo en materia de empleo público".
El Presidente de la Diputación de Segovia, Francisco Vázquez ha tomado la palabra desde el público y se ha mostrado preocupado por todo lo que estaba escuchando ya que "no estamos pidiendo más y encima nos van a rebajar lo que tenemos". Para Vázquez, "si vamos a una negociación diciendo que no queremos más dinero y que solo queremos poder gastar lo que es nuestro, tenemos la batalla perdida desde el principio porque hace unos años teníamos mucha más financiación de la que tenemos ahora".
Desde la FEMP se pide, por tanto, y según ha señalado Juan Ávila, "que no haya ninguna condición a la inversión del superávit, que se elimine la tasa de reposición y que se flexibilice la deuda para aquellos que cumplan".
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