El cambio de entrenador no se notó en exceso en la imagen que dejaron los graderíos del estadio municipal Ruta de la Plata. Los mismos aficionados de siempre ocuparon su asiento para ver una nueva jornada en el Grupo VIII de la Tercera División. Eso sí, pese a que el duelo ante el Bupolsa amenazaba con ser un choque anodino, la presencia de Carlos Tornadijo en el banquillo del Zamora le dio al partido un punto más de atractivo.
La afición no tuvo tiempo para dudar si el cambio de entrenador era o no lo adecuado. El caso es que desde la grada se reconoció que se vio a jugadores más implicados, más agresivos, un equipo más solidario en el esfuerzo y algo más junto. La duda en la grada surgía a la hora de pensar si será una constante lo que resta de temporada o simplemente un arreón de los futbolistas ante la llegada de un nuevo jefe.
El caso es que los goles de Aires y Silveira ahuyentaron cualquier tipo de duda. Ambos jugadores, durante casi todos los partidos criticados, se erigieron en los protagonistas goleadores del duelo, con un Roberto Levas que se vistió de asistente en las tres dianas. Esos goles despertaron la loa de la afición en dos futbolistas que no terminan de gustar a la afición. No obstante, Silveira ya es el máximo goleador del equipo, empatado con Dani Hernández aunque con mejor porcentaje goles/minutos.
Al final, y pese al frío, muchos aficionados se quedaron en sus localidades para aplaudir el esfuerzo del equipo, demostrando que todavía confían en que llegar a la zona alta es posible.
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