Tras dos partidos en siete días con sus dos viajes a Cataluña incluidos, afrontaba el Balonmano Zamora una final contra el Guadalajara con cansancio y ausencias en el equipo. Eduardo García Valiente fijaba la meta en conseguir dos o tres puntos en este maratón de partidos para finalizar con buen sabor de boca la primera vuelta.
Un pabellón Ángel Nieto a rebosar esperaba deseoso la tercera victoria consecutiva de los zamoranos en casa. Y no pudo comenzar de la mejor manera el partido, con un equipo pistacho arrollador en ataque en los primeros minutos, acertando 6 de sus 7 primeros lanzamientos y con Carlos Calle en modo muro, lo que hacía presagiar que sería una gran tarde. 7-4 a los diez minutos que se convertiría en 7-6 en los próximos cinco. Los fantasmas aparecían y el Guadalajara parecía empezar a funcionar en defensa y en ataque.
Pero aparecieron los pesos pesados del equipo. Anderson, Jortos, Octavio y Mouriño se echaban el equipo a la espalda superando el 70% de tiro en ataque. En defensa, los zamoranos conseguían anular a Chema Márquez que en los primeros minutos salía enchufado. Y cuando la defensa permitía el tiro, aparecía Carlos Calle. De nuevo, el arquero madrileño levantaba al pabellón de sus asientos con cada una de sus 15 paradas (35% en el día de hoy) para guiar a los zamoranos por la senda de la victoria.
El primer tiempo finalizaba 16-11 con unos últimos cinco minutos casi perfectos en la escuadra de García Valiente. Un resultado que invitaba a que el MMT sufriese, sobretodo en el apartado físico en el segundo acto.
No fue así, los zamoranos golpeaban una y otra vez sobre la portería rival para que la distancia no se recortase. Si se fallaba en ataque, la defensa no fallaba, ni tampoco Calle. La diferencia se vio incluso aumentada hasta los ocho goles (31-23 minuto 25). Un resultado que provocaba la desesperación de los jugadores de Guadalajara. Fruto de esa desesperación, Mellado y Chema Márquez recibieron la reprimenda del público zamorano. El primero por una acción casi anti deportiva al agarrar del cuello a Cangiani en una acción en defensa alcarreña y el segundo por un enfrenamiento con Marc Ábalos tras una falta.
Los minutos finales sirvieron para ver a los canteranos Sandín y Magariño disfrutando de sus primeros minutos en Asobal en casa. Sandín tuvo la oportunidad de celebrarlo anotando un gol desde la esquina, mientras que Margariño veía como Eceolaza desviaba su lanzamiento.
Por tanto, victoria vital para el Balonmano Zamora por 34-27 frente a un Balonmano Guadalajara que dio muestras de su potencial, aunque no todas. Así, el MMT aprieta aún más el descenso, empatando a siete puntos con Puerto Sagunto y colocando a Cangas en última posición con seis puntos.
En cinco días, los de García Valiente viajan a Irún para enfrentarse a un Anaitasuna que esta jornada pagaba los platos rotos del FC Barcelona y perdía 38-26 en el Palau.
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