Sentimiento tras la primera victoria. No te lo sé expresar muy bien. De hecho Adrián quedaban siete segundos y nos decía que tenía la piel de gallina. En un deporte donde cada sábado tienes altibajos emocionales y cuando te dan tantos bajos pues la sensación es que nunca va a llegar. Sigues creyendo pero hay una parte de tu cabeza que dice que es imposible. Haga lo que haga no va a llegar. Este grupo es la leche.
Fin de la mala racha. Me gustaría ver a muchos grandes equipos ir con la trayectoria que tenemos nosotros este año y entrenar y jugar como lo hacen estos chavales cada día. Hoy al menos tenemos una recompensa, que no nos sirve para salir de donde estamos, pero qué duda cabe que el lunes por primera vez iremos a entrenar con otra cara.
Últimos minutos eternos. Quedaban 7 segundos, ganábamos de seis, teníamos bola y todavía pensaba que podía pasar algo porque claro, cuando tienes esa sensación de que es imposible, pues la cabeza te juega malas pasadas. Ahora esperemos que nos quitemos un poquito esa sobrepresión que tenemos y que seamos capaces de jugar al nivel que lo estamos haciendo pero con la confianza de saber que podemos ganar.
Cambio de juego y de mentalidad. Ha cambiado solo una cosa y es que hoy hemos renunciado en parte a nuestro estilo o a plantear cosas porque ellos sean el equipo que peor tiraba de tres en la liga. Hemos dejado muchos tiros liberados que normalmente no dejamos y en el descanso ellos llevaban 1/18 en triples. Ahí nos salió bien y en la segunda parte se niveló un poco la estadística. Pero ya habíamos cogido una pequeña renta para gestionar mejor los minutos finales. No tengo para nada la sensación de que sea nuestro mejor partido por haber ganado, pero al final el resultado manda.
Errores minutos finales. Recuerdo un rebote ofensivo que nos quitan a falta de 30 segundos que es un gran error. A base de jugar tantos finales apretados, si que tienes esa ansiedad, pero por otra parte el jugador crece y se acostumbra y a lo mejor otros jugadores que no han jugado un final apretado, para nosotros es el pan de cada día.
Dedicatoria. Es una victoria que me encantaría dedicar esta victoria a los jugadores, porque para un entrenador es complicado gestionar esto si no tienes un grupo que cada día curran como curran independientemente de las derrotas.
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