Ángel Mollón Contreras es el quinto que se encargará de representar este 1 de enero a esta mascarada de tinte ancestral y de llevar a cabo el ritual de origen pagano y de apariencia tenebrosa que cada año se desarrolla en la localidad de Montamarta. Se trata de una de las mascaradas invernales más auténticas de las que han pervivido en el tiempo en toda España.
“Es una tradición vivida desde pequeño todas las navidades, viéndola cada día de Año Nuevo y cada día de Reyes. Tenía muchas ganas de poder formar parte de ella”, reconoce Ángel Mollón a zamora24horas que forma parte de los catorce quintos que tiene este año esta localidad zamorana. La forma de elección de quién encarna esta figura es un sorteo puro entre todos los quintos, de ahí que la alegría por resultar ser el afortunado también se nota en cada declaración de Mollón: “Supone muchísima alegría ya que como he dicho antes es una tradición que solamente pueden formar parte de ella dos quintos y me siento muy ilusionado de poder ser uno de ellos”.
Ángel Mollón es hijo de José Mollón y Cati Contreras, precisamente es su madre la que nació en esta localidad zamorana y la parte de la familia de donde llega la vivencia de esta tradición. En este sentido, el joven zamorano explica: “Mi tío Santiago Contreras Crespo fue mi antecesor en la familia en ser Zangarrón y es un orgullo poder ser su sucesor, al igual que otros familiares como son Antonio Pérez y Santiago Contreras Pelaz. Además mis abuelos están muy ilusionados ya que soy el primer nieto que representara al Zangarrón y eso les hace una ilusión tremenda a todos. Esperemos que en un futuro tengan la fortuna de representar al Zangarrón otros primos míos”.
Se trata de un ritual que comienza días antes, con entrenamientos, carreras preparatorias y noches con los cencerros a cuestas para avisar que la llegada del Zangarrón está próxima. “Estoy nervioso y salgo a correr para entrenar para ese día. Me siento muy contento por el pueblo y me ayuda mucho ver cómo la gente me da ánimos para ese día”, confiesa Ángel Mollón.
Sobre la vestimenta, José Ramón Pérez es el actual vestidor del Zangarrón haciendo un trabajo muy laborioso al coser puntada a puntada la indumentaria del personaje. El traje consiste en dos toallas, una en cada pierna, una amarilla y otra marrón adornadas por flores y el blusón que es una colcha, la cual es ataviada en forma de pluma y todo ello que va cosido sobre los brazos y piernas. Como accesorios, el Zangarrón porta tres cencerros que lleva atados al cinto, una careta de color negra y un tridente que lleva en la mano.
Ese ritual da inicio a una jornada repleta de actividad, que el propio Ángel Mollón ya empieza a visualizar en su mente: “Una vez vestido salgo a las calles del pueblo a felicitar el año casa por casa pidiendo el aguinaldo. Una vez completado el recorrido, dará lugar la ceremonia en la iglesia de la Virgen del Castillo donde interrumpiré para pinchar dos hogazas de pan en forma de ofrenda. Una vez acabada la ceremonia, en la Plaza del Sol correré detrás de todos los mozos sin casar para atizar con tres golpes en la espalda al mozo que sea pillado”, finaliza.
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