Hace cuatro meses, Zamora24horas hablaba con María Mulas, persona natural de Morales del Vino y que ayuda habitualmente a su marido en una explotación de ganadería extensiva en Villanueva de Campeón. Este ganado, como la gran mayoría de la provincia, ha sufrido los estragos de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), coloquialmente denominada como la ‘covid de las vacas’.
Un negocio que en 2024 ha tenido que cerrar, además de por la finalización del contrato de la finca, entre otras cosas, por una situación que se volvía por momentos insostenible desde agosto del año pasado, donde ya comenzaba a aparecer para hacerles pasar un malísimo trago a estas vacas.
“Se nos acabó el contrato en la finca y me tocaba venderlas. No teníamos un sitio donde llevarlas y optamos por la opción de venderlo todo. Hemos perdido mucho ganado y mucho dinero y creo que hemos optado por la mejor solución”, afirma María sobre una tesitura que ha generado durante varios meses mucha incertidumbre.
Tan solo se han quedado con cuatro vacas y un toro, el cual se ha quedado cojo por las secuelas de esta afección. Un contexto muy difícil de sobrellevar día tras día con unos animales que veía cómo sufrían: “De repente, aparecía una vaca muerta en el monte; a otra la hemos visto agonizar una semana hasta que se ha muerto… Y día tras día pendiente de ellas. Ha sido horroroso por todo”, expresa.
La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León confirmaba el pasado viernes haber emitido el pago del 88,5% de los 5,7 millones de euros comprometidos para los ganaderos de la comunidad. Una ayuda que se agradece, pero que, según María, no es suficiente: “Lo de las ayudas ha sido un detalle, pero las pérdidas que hemos tenido en cuatro meses son la ruina”, asegura.
“Nosotros calculamos haber perdido el 60% de nuestro negocio, de nuestro medio de vida. Es que con ese dinero no te da para el tratamiento de todas. Es una barbaridad y son mazazos que no te permiten ir hacia adelante” - María Mulas.
Las ayudas constan de dos modalidades: hasta 1.000 euros por explotación que haya declarado la enfermedad, repartidas en 500, 750 o 1.000 euros; y, sumada a la anterior, un precio medio de hasta 500 euros por cabeza de ganado bovino dada de baja por muerte. Aun así, siguen sin salir las cuentas: “Nosotros calculamos haber perdido el 60% de nuestro negocio, de nuestro medio de vida. Es que con ese dinero no te da para el tratamiento de todas. Es una barbaridad y son mazazos que no te permiten ir hacia adelante”, afianza.
La vacuna, de momento, se atisba a lo lejos para solucionar un problema que ha hecho perder a María un total de siete vacas y que continúa afectando a los ganaderos de Zamora con unos datos que, a 10 de enero de 2024, última actualización en la provincia, atañe a 9.726 de los 53.001 animales en total -un 18,35% de morbilidad- y mediante el cual 1.153 -un 2,8% del total- han perdido la vida.
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