La alegría dura poco en casa del pobre y el Zamora Club de Fútbol cuenta con poca fortuna este año. Después de ganar por 0-1 al Burgos Promesas, el equipo volvía al Ruta de la Plata para medirse al Ourense en un partido donde, gracias al resto de resultados de la tarde, los rojiblancos podían salir del descenso y tomar una bocanada de aire fresco.
La decepción volvió a relucir entre la afición zamorana en el minuto nueve. Pereiro perdía un balón en el centro del campo, permitiendo a Jerin encarar la portería, recortar dentro del área y, justo después de haber mandado el balón fuera con un tiro cruzado, ver como el colegiado señalaba un penalti y tarjeta amarilla por la entrada del propio Pereiro. Pena máxima que Jerin se encargaba de transformar en el 0-1.
En busca de cambiar el resultado, el Zamora CF subió las líneas y encerró al Ourense con un Dani Hernández omnipresente. El capitán se puso el mono de trabajo y en el minuto 20 dio la alegría de la tarde al Ruta de la Plata. Con un autopase creó una autopista y mandó un centro directo a la cabeza de un Altube que solo tuvo que girar el cuello para batir a Marqueta desde el área pequeña.
Pero la alegría desapareció de nuevo. Pereiro se retrató seis minutos después al cortar una acción cerca del centro del campo y que, a priori, no hacía presagiar un grave peligro. Agarrón a un rival que supuso la segunda tarjeta para un defensor que dejaba a su equipo con diez. Una expulsión que, justo después, se unía al 1-2 de Alberto Gil al rematar en el segundo palo un centro desde la banda izquierda.
Otra piedra en el camino de un Zamora que, a pesar de todo, se mostró superior al rival en el terreno de juego. Dirigiendo el juego, los locales gozaron de varias ocasiones que pudieron significar el empate, pero ni Rueda, Nahuel ni Altube fueron capaces de batir al portero. No obstante, el Ourense aprovechó el juego ofensivo del Zamora para volver a hacer daño y en el 43’ Amin remataba un balón en la línea de gol para lograr el 1-3. Gol que daba paso a los cánticos de ‘Yago, vete ya’ y ‘Villafañe, dimisión’. Crispación personalizada en un Víctor de Aldama que se encaró con varios aficionados.
En busca de cambiar la tónica, Yago Iglesias dio entrada a Theo por Ámez en el arranque de la segunda parte. Cambio que permitía al equipo volver a contar con Juanan en el centro del campo para tener más poder en dicha zona del campo.
Los intentos rojiblancos se sucedieron pero generaban menor peligro que los de un Ourense que contó con dos acciones seguidas que pusieron en aviso a la grada. El entrenador movió de nuevo el banquillo dando entrada a Ander y Pana por Caballé y Ribeiro, pero los minutos pasaban y el marcador no variaba.
La situación cambió en el 65’, cuando el colegiado señaló una mano rival en el área que dejaba a Dani Hernández frente al punto de penalti para buscar acortar la distancia. El zamorano lanzó ajustado al palo derecho de un portero que se venció hacia el otro lado, anotando el 2-3 para dar esperanza a su afición.
A partir de ahí la presión asfixiante creció por parte de un Zamora que buscó en todo momento la remontada. Pero la ilusión se fue desvaneciendo en unos locales que merecieron más y que volvían a sufrir una derrota al caer por 2-3.
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