Donde también se les va a echar de menos es en las instalaciones del club de piragüismo AD Zamora-Iberdrola. Aún resuenan sus risas y sus cánticos en el canal de los Tres Árboles, donde por segundo año consecutivo ha tenido lugar el taller de piragüismo que AD Zamora-Iberdrola imparte para estos niños y niñas, incluido dentro del programa ‘Vacaciones en Paz’.
Adi Fernández ha acogido a Nora por tercer año, y cada lunes de julio y agosto ha acudido con ella al taller de piragüismo. Adi nos narra cómo surgió la colaboración entre la Asociación Zamora con el Sáhara y AD Zamora-Iberdrola.
“Una persona de la asociación es familiar próxima al presidente de AD Zamora-Iberdrola, José Ramón Luelmo Villaseco, y se pusieron en contacto para arrancar con esta iniciativa. La secretaría técnica del club de piragüismo se puso manos a la obra para diseñar la actividad y así empezó todo.” “Nora está encantada haciendo piragüismo y por eso yo estoy encantada de traerla cada lunes.”
Sobre otras actividades físicas que los niños y niñas saharauis realizan mientras dura la acogida, Adi nos cuenta que “vienen a un campamento urbano en la Ciudad Deportiva en el que hacen natación. En sus campamentos de origen no hacen nada de deporte. Su ocio allí consiste en jugar a todo en la calle con los escasos medios que tienen. Aparte, allí no pueden disfrutar del agua y por eso la piscina y las piraguas es lo que más les gusta.”
Acerca del taller de piragüismo, Adi reconoce que “a Nora le encanta la actividad de piragüismo y se le da muy bien. El penúltimo día de taller montaron en K2 de competición y todos fueron a casa encantados.” “Ojalá este taller tenga continuidad en veranos sucesivos porque es algo muy positivo para estos niños y niñas, dado que cualquier actividad acuática les encanta.”
José Manuel García es el encargado de coordinar e impartir todas las actividades sociales en las que AD Zamora-Iberdrola se embarca. Sobre cómo surgió esta iniciativa, nos cuenta que “el presidente del club se puso en contacto conmigo para transmitirme la idea y me pareció una estupendo. Como casi todas las iniciativas sociales en las que nos involucramos, lo hacemos de manera totalmente altruista; y en cuanto te pones a ello te das cuenta de que va a merecer mucho la pena”.
José afirma que estos niños “casi todo el tiempo están viviendo experiencias que son nuevas para ellos y te lo transmiten y te agradecen cuando termina cada sesión. Junto a sus familiares de acogida, ayudan en la preparación del material y se involucran plenamente. Cantan, ríen, contemplan asombrados especies de aves que no conocían… Lo viven entusiasmados y te hacen ser partícipe de ello.”
Preguntado sobre lo que este taller aporta a AD Zamora-Iberdrola y a él como responsable, José responde: “Desde que empieza el taller, consideramos a estos niños como parte del club, como deportistas de AD Zamora-Iberdrola porque realmente lo son. Los horarios de la actividad no les permiten convivir con nuestros deportistas habituales, pero sí se establece un vínculo personal conmigo y otras personas del club. Como experiencia personal, esta actividad en concreto ha sido plenamente novedosa para mí. Son unos niños y niñas muy especiales y muy diferentes a los que estamos acostumbrados. Tienen otro concepto de la disciplina, van mucho ‘a su bola’. Como monitor tienes que adaptarte a eso porque ves que no es un problema de mal comportamiento, sino su manera de ser. Además hay que añadir que algunos de los niños apenas conocen el castellano, por lo que no es fácil transmitir instrucciones y necesitas la ayuda de otro niño o niña para que le traduzca. Son menos conscientes del peligro y siempre hay que estar alerta para que prevalezca la seguridad; pero en eso no es muy distinto a otras actividades de este tipo. Por otro lado tienen unas condiciones físicas muy buenas y son muy habilidosos; y eso es una ventaja. Da muchas pistas del tipo de ocio del que disfrutan normalmente en el desierto. Los niños de aquí se suben a la piragua con miedo y estos van muy decididos.” “En cuanto a lo personal, se establece un vínculo muy bonito y diferente. Te los encuentras por la calle y te llaman a gritos o vienen a darte un beso… Es inevitable cogerles mucho cariño. Te quedas con la pena cuando sabes que se van a ir y a algunos no les vas a volver a ver nunca, más imaginándote sus condiciones reales de vida allí.”
Sobre la continuidad de este programa, José afirma que “nuestra intención es seguir, por supuesto. No es fácil encontrar a gente que se involucre en estas actividades de manera totalmente altruista, pero mientras en este club haya personal dispuesto la actividad continuará. Y ya no es solo cuestión de la actividad en sí. Desde que colaboramos con la Asociación Zamora con el Sáhara somos más conscientes del olvido y abandono que sufre esta gente, sobreviviendo en condiciones durísimas en medio del desierto. Es un verdadero honor colaborar con la Asociación Zamora con el Sáhara, una gente tan solidaria y entregada a estos niños a los que les ha tocado vivir una realidad tan terrible e injusta.”
Para concluir, a José le gustaría agradecer “a la Fundación Municipal de Deportes por la cesión del material para el taller y por la permanente disposición de su personal. Sin ello, esta iniciativa sería muy difícil de poner en práctica” concluye.
Hay que recordar que el próximo domingo día 10 va a celebrarse en el Castillo un concierto solidario organizado por la asociación de músicos zamoranos MUBAZA. Las entradas valen 5€ y los beneficios serán para la Asociación Zamora con el Sáhara. Las entradas están a la venta en La Cueva del Jazz, Avalon Café, Pub 43 y Ferretería Mardem. En los puntos de venta se pueden encontrar entradas de fila 0 para todas aquellas personas que quieran colaborar y no tengan intención de asistir al concierto.
El taller de piragüismo de Zamora con el Sáhara y AD Zamora Iberdrola, clausurado con éxito
Hace escasos días que los niños y niñas saharauis que pasan el verano en Zamora en régimen de acogida regresaron a sus respectivos campamentos de origen en el desierto del Sáhara. Siempre dicen adiós con alegría; primero por lo positivo que ha sido para ellos pasar el verano en Zamora, y segundo por el inminente reencuentro con sus familiares. La vida de sus familiares de acogida vuelve a la normalidad con la añoranza de volverles a ver el próximo verano – en algunos casos - o en la próxima visita que hagan a sus campamentos de procedencia.
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