Ya sean de deporte, idiomáticas o artísticas -las variables son muchas- se trata de un coste añadido no solo por la mensualidad que supone para las familias, sino también por el material necesario para acudir a las mismas.
En el caso del deporte lo normal es tener que adquirir una equipación específica, mientras que en las academias de idiomas suele utilizar unos manuales diferentes a los del propio colegio. En cuanto a las actividades artísticas como el baile, el dibujo o la música, también se necesita un material que hay que pagar a parte.
La Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios recomienda que en el caso de las actividades extraescolares, estudiar si realmente son convenientes para el niño, antes de matricularle. “Hay que evitar cargar en exceso su jornada o instarle a que realice cursos no idóneos para su edad o aptitudes”.
Por otra parte, desde el punto de vista económico, recomiendan consultar con el Ayuntamiento qué actividades programa, ya que su coste será mucho menor.