El eclipse lunar más largo del siglo despertó la curiosidad de cientos de zamoranos que dudaron en salir a la calle para disfrutar de este fenómeno. Pese a que su visibilidad era más baja que fuera de los núcleos urbanos, el mirador del Troncoso congregó a cientos de zamoranos que no quisieron perderse este fenómeno.
Prismáticos, telescopios e incluso la cena preparada, era alguno de los aliados para no perder detalle del eclipse lunes más largo del siglo. Desde las nueve y media el mirador ya comenzó a llenar, y no solo de personas. Las dudas también fueron las invitadas de la noche: "¿Se verá algo? ¿Seguro que sale por aquí? ¿Veremos algo con tantas nubes?".
Pero, finalmente, la luna completamente teñida de rojo comenzó a cruzar la línea del horizonte e, incluso, la gente comenzó a aplaudir. El punto álgido del eclipse lunar llegó a las once de la noche y la imagen del Troncoso así lo reflejaba puesto que no cabía ni un alfiler.
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