El Ayuntamiento de Zamora ha celebrado este sábado el que se ha sido el primer pleno de la corporación resultante de las pasadas elecciones del 28M y en el que, tras jurar el cargo como concejales electos por la ciudadanía, se ha procedido a la votación secreta de todos y cada uno de ellos. Tras utilizar diferentes fórmulas en el momento del juramento, habitual por parte de los concejales que se muestran contrarios al actual sistema político nacional, uno a uno han ido depositando los votos en la urna.
Una vez hecho el recuento, Guarido ha sido nuevamente investido como alcalde de Zamora para la que será su tercera legislatura al frente del consistorio. Pese a ser la lista más votada y obtener diez concejales, Guarido necesitaba el consenso con otras fuerzas políticas para facilitar su investidura como alcalde en el pleno de este sábado. Finalmente, y manteniendo la incertidumbre hasta el último momento, Guarido ha sido elegido con trece votos a favor, presuponiendo de esta forma el apoyo del PSOE que, por el contrario, no ha recibido ningún voto en la figura de su candidato, David Gago. Posteriormente, el candidato socialista ha confirmado de manera pública que han sido los tres concejales de su formación los que han brindado el apoyo a Guarido, escenificando así un acuerdo que se ha mantenido bajo el secretismo hasta el último momento.
Desde un primer momento y tras la irrupción en el gobierno local de Vox y Zamora Sí, con dos concejales cada uno, y la subida del Partido Popular, con ocho, la llave para un gobierno de izquierdas en Zamora se escenificaba en la figura del candidato del PSOE. Tan solo unos días después de las elecciones, el 30 de mayo, Francisco Guarido anunciaba públicamente su ofrecimiento al Partido Socialista para conformar el gobierno del Ayuntamiento de Zamora. Un ofrecimiento al que el edil socialista respondía asegurando que ‘’nos necesitan para gobernar’’. El candidato socialista dejó clara su postura de no abrir la puerta a la derecha en la cámara municipal por lo que ambas formaciones estaban condenadas a entenderse bien sea a través de un pacto de gobernabilidad o mediante la abstención de los socialistas facilitando la investidura con la mayoría simple de Guarido.
En su discurso de investidura, Francisco Guarido ha destacado la limpieza de una campaña marcada por situaciones ''sobrevenidas'' y ha puesto en valor el excelente comportamiento de todos y cada uno de los integrantes del Ayuntamiento de Zamora a pesar de las más que evidentes distancias políticas. ''Es un ejemplo de lo que la política debería ser'', ha señalado Guarido. También, el ya elegido alcalde, ha manifestado su voluntad de que el PSOE entre a formar parte del equipo de Gobierno y ha asegurado que esta será su última investidura, de la que, si logra acabar la legislatura, saldrá como el alcalde que más tiempo habrá permanecido en el cargo en la ciudad de Zamora.
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