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Compromís propone en el Senado acuerdos y un fondo para salvar a las farmacias rurales

Mientras unas son muy rentables, otras sobreviven en un régimen de casi esclavitud en sus guardias, según un informe de la Sociedad Española de Farmacia Rural.

Farmacia medicamento

El representante de Compromís, Carles Mulet, ha llevadoa la Comisión de Sanidad del Senado de la que forma parte, una iniciativa quebusca garantizar la supervivencia de las farmacias en el mundo rural a travésde, entre otras medidas, un novedoso fondo propuesto por los propios afectados,por lo que esta decisión no tendría un destacado coste para las arcas públicas.


En su moción, lacoalición sostiene que las farmacias han soportado en los últimos años elencarecimiento de los costes (guardias, alquiler, combustible, suministros,retardos en los pagos de la administración…), mientras los precios de losmedicamentos han ido bajando continuamente. El modelo farmacéutico español,llamado modelo Mediterráneo se sostiene gracias a la farmacia Rural, que se encuentraolvidada al igual que sus pueblos y habitantes. De hecho, no hay otro paísdonde existan farmacias en la práctica totalidad del territorio.

El año 2018, en elterritorio valenciano existían un total de 78 farmacias de Viabilidad EconómicaComprometida (VEC), es decir, farmacias que facturan poco y que no consiguen el11,4% de la facturación de una farmacia media, por lo que reciben unasubvención mensual. Esa cifra resulta especialmente significativa en lascomarcas de Castellón, que concentra un total de 40, lo que supone un 13% deltotal de oficinas de farmacia, situando esta provincia al nivel de autonomíascomo Castilla y León (por encima del 14%). “Estudiando la distribución de estasfarmacias podemos concluir que se trata de una situación evidentemente asociadaa la ruralidad, donde se encuentran la gran mayoría de farmacias VEC. Laadministración y el propio sector debe dar viabilidad a estas farmacias quetienen un elevado interés público como establecimiento sanitario en estospequeños municipios con riesgo de exclusión social”, ha indicado Mulet.

Según un estudio de2018 de la Sociedad Española de Farmacia Rural (SEFAR) a instancias del ConsejoGeneral de Colegios Farmacéuticos, un Fondo de Compensación para las FarmaciasRurales Esenciales podría ser la solución para aquellas farmacias quecumplieran una serie de criterios demográficos, económicos y sanitarios y poruna simple cuestión de justicia y equidad. Se aseguraría así su viabilidadeconómica, se garantizaría la equidad y universalidad en el acceso almedicamento y, por extensión, se apuntalaría el modelo español de farmacia.Este fondo pasaría por retener, únicamente, 4 céntimos de cada receta, lo quesupone un 0,18% de la facturación total (0,37% de la dependiente de facturapública) para estas farmacias. Ello daría viabilidad a las mismas sin suponerningún gasto público.

“Si se quiererevertir el despoblamiento y el vaciado de nuestras poblaciones de interior, elfuturo debe pasar por incorporar una visión rural de la política, tenercomplicidad con la gente del territorio independientemente de donde vivan y darapoyo a los servicios que disponen los ciudadanos allí donde se encuentran condificultades, como es el de la farmacia, y que los profesionales puedan ver quehay trabajo y es posible vivir con dignidad en los municipios de interior”, haagregado el senador valenciano.

Establecimientos en situación compleja

El sector, con22.000 farmacias, mueve más de 20.000 millones de euros al año (10.600públicos). Las aperturas de farmacias están reguladas por lo que decida laAdministración competente en función de módulos de distancia y población. Estemodelo tiene como objetivo evitar que las farmacias se establezcan únicamenteen lugares rentables (grandes poblaciones) y se consiga así una grancapilaridad y la universalización en el acceso al medicamento. Según datos delConsejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, existen 903 farmaciasde viabilidad económica comprometida en toda España.

El Real Decreto9/2011 de 19 de agosto, establece el índice corrector del margen de lasoficinas de farmacia en situación VEC para garantizar la accesibilidad y lacalidad del servicio. Dicho de otra forma: se busca no mercantilizar laprestación farmacéutica, pero, a la vez, a las farmacias establecidas en zonaspoco rentables se les obliga a subsistir según las leyes del mercado. Ocho añosdespués, esas cuantías no se han actualizado, como si lo ha hecho el IPC,generándose una descompensación evidente con el objetivo que se quiere alcanzar.

Las farmaciasrurales no tienen posibilidad de contratar personal, ya que se encuentran enuna situación de esclavitud absoluta. En una guardia rural de fin de semanacompleto el beneficio puede llegar a ser de 3 o 4 euros. El sector nunca ha reclamadomedidas para compensar esto, ya que las guardias urbanas son terriblementerentables.

Así se ha creado deesta forma una bolsa de farmacias tremendamente rentables (las establecidas engrandes núcleos de población) y una red de farmacias (las rurales)absolutamente inviables. Y esto teniendo en cuenta que las rurales, a día dehoy, son las realmente esenciales para la equidad en el acceso al medicamento yla cohesión de nuestro sistema sanitario. La farmacia rural no quiere ser rica,sólo quiere seguir existiendo.

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