Los embalses de la cuenca gestionados por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) terminan el año 2018 con unas reservas superiores al 61% de su capacidad total y un volumen embalsado que se aproxima a los 1.800 hm3, el mayor registrado en los últimos diez años, con 400 hm3 más que la media de la última década (1.346,4 hm3). Unos datos que superan casi en cuarenta puntos los registros de reserva hidráulica de hace doce meses y confirman las buenas expectativas de cara a 2019, pendientes de las condiciones meteorológicas del invierno y la primavera en Castilla y León.
Los sistemas más importantes de la cuenca están en general por encima del 60% de su capacidad total. Es el caso del embalse de Santa Teresa, en Salamanca, que alcanza los mayores porcentajes con una reserva hidráulica próxima al 70%, seguido de Riaño, en León, que se encuentra al 66%, al igual que el de Cuerda del Pozo (Soria) en el Duero, mientras que el Carrión, en Palencia, se sitúa al 65% al cierre de 2018 y el embalse leonés de Barrios de Luna, supera el 63% de su capacidad. Por el contrario, los sistemas Pisuerga, Adaja (Las Cogotas) y Tuerto (Villameca) se encuentran por debajo del 50%, aunque con valores muy superiores a los del año pasado por estas fechas.
Las buenas perspectivas garantizarían ya la campaña de riego en sistemas como Riaza, Alto Duero y Tormes, a la espera de la evolución meteorológica de los próximos meses. Además, las lluvias caídas han servido para recargar los acuíferos en las principales masas deficitarias y garantizar la humedad del terreno.
La situación en la cuenca constata un cambio de tendencia respecto a años anteriores. La lluvia y la nieve registrada en los meses de otoño han permitido que no se haya perdido volumen de embalse en ninguno de los sistemas, a diferencia de las dos últimas campañas en las que el invierno comenzó con menos agua embalsada de la que se había contabilizado al comienzo del año hidrológico, es decir, el uno de octubre.
Si las circunstancias en cuanto al volumen embalsado se mantienen, la intención de la CHD sigue siendo aprovechar esta situación favorable para generar caudales de avenida en alguna de las presas de la cuenca, coincidiendo con el comienzo de la primavera. De esta forma, se atendería la petición de contribuir a la limpieza de los fondos de los ríos establecida en el Plan Hidrológico, a la vez que se contrastaría la validez de los caudales de alarma o máximos de desembalse que se incluyen en la propuesta aprobada en la Comisión de Desembalse del pasado mes de octubre.
La cuenca del Duero inicia 2019 con el mayor volumen embalsado en los últimos diez años
Los sistemas más importantes de la cuenca están en general por encima del 60% de su capacidad total. Riaza, Alto Duero y Tormes tendrían garantizada, en estos momentos, la próxima campaña de riego.
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