El vicepresidente segundo de la Diputación de Zamora, Jesús María Prada Saavedra, diputado de Educación, Cultura, Turismo y Deportes, y el diputado por la comarca de Sanabria-La Carballeda, Ramiro Silva Monterrubio, a su vez delegado del Área de Juventud y Nuevas Tecnologías en la Institución Provincial, han asistido este domingo a las celebraciones organizadas con motivo de la Romería de La Tuiza en Lubián, en la que se han reunido a cientos de fieles de la comarca de Sanabria y de la limítrofe provincia de Orense, como tradicionalmente ocurre cada último domingo de septiembre.
Ambos representantes de la Institución Provincial han acompañado a los asistentes a la Santa Misa y procesión amenizada por la banda de gaitas As Portelas, de la que presumen con orgullo Lubián y sus habitantes allá donde muestran su arte y buen hacer, el Rancho Folclórico Os Azuraras de Quintela de Azurara (Viseu) y la Coral de A Gudiña, en una soleada jornada de gran ambiente festivo, música y degustaciones varias.
Santuario de la Tuiza
El Santuario de la Tuiza es un templo de estilo barroco ubicado en la localidad de Lubián.
Situado al fondo de un valle y al pie de la autovía A-52, contempla un bello paraje, rodeado de abundante arbolado, con paisajes formados por helechos, robles chopos y pinos.
Declarado bien de interés cultural con categoría de monumento en el año 1995, conserva en su interior la imagen de la Virgen de las Nieves, patrona de la Alta Sanabria a la que tienen una gran fervor popular en la comarca.
El Santuario de la Tuiza es uno de los ejemplos más interesantes y de mayor raigambre popular de la comarca zamorana de Sanabria y lugar de celebración de la conocida romería.
Se trata de un edificio con planta de cruz latina y de esquema barroco muy puro, en el que sobresale su torre, aunque también destacan la cúpula y linterna, adornadas con una rica decoración de volutas.
Construido con buena sillería, cuenta con una cubierta de pizarra al estilo de la arquitectura de la comarca sanabresa.
Su torre es cuadrada y el brazo de crucero contiene una ventana apaisada para poder contemplar a la Virgen desde el exterior cuando el templo se encuentra cerrado.
De su interior destacan sus bóvedas pétreas de medio cañón soportadas sobre pilastras.