El último informe del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital al que ha tenido acceso COAG Castilla y León, titulado “Cobertura de Banda Ancha en España en el año 2020”, ha puesto de relieve, lamentablemente una vez más, que la Comunidad va en el vagón de cola en conectividad a internet. Los rankings que conforman el estudio muestran a Castilla y León en los últimos lugares de la fila. Eso sí, COAG reconoce que “algo hemos avanzado”, ya que el diferencial con respecto a los índices medios nacionales se ha acortado respecto a los datos de 2019.
En cobertura por tecnología, Castilla y León aparece la cuarta por la cola en fibra óptica, con un 72,5 %, lo que supone 12,4 puntos porcentuales por debajo de la media nacional (eran 15 puntos de diferencia en 2019), y 24,3 puntos por debajo del índice de cobertura de la Comunidad de Madrid (32 en 2019), en una tabla que lideran Melilla y Madrid y cierran Navarra y Galicia.
En relación al acceso a servicios de banda ancha a velocidad igual o superior a 100Mbps, con un 73,8% Castilla y León es la penúltima, únicamente por encima de Galicia, pero también con 13,8 puntos porcentuales menos de la media nacional (17 en 2019), y 23,1 puntos por debajo de Madrid (30 en 2019), que junto con Melilla lidera la tabla.
Por provincias, Valladolid lidera las tablas relativas solo a Castilla y León y referidas a cobertura por tecnología y cobertura por velocidad. Estos dos rankings los cierra en ambos casos la provincia de Zamora.
Brecha digital rural
Además se mantiene la brecha digital entre los municipios urbanos y rurales.Aun reconociendo que se ha avanzado en los últimos años, aún queda mucho por hacer para conseguir una auténtica cohesión territorial en términos de conectividad, siendo las áreas rurales menos pobladas y con mayores dificultades de acceso las que concentran el mayor número de población sin internet. Castilla y León está una vez más entre las Comunidades con peores ratios, constituyendo una “mancha blanca” en el mapa nacional.
En nuestro país, las carencias de la España rural son evidentes; la falta de servicios básicos y del ancho de banda adecuada para conectarnos a Internet genera todavía demasiados problemas, más acuciantes en la actualidad cuando muchos trámites administrativos deben realizarse por vía electrónica, por lo que estamos hablando de prioridades mucho más importantes que las relacionadas estrictamente con el ocio.
A este respecto, resulta muy llamativo el diferencial entre el nivel de cobertura total y el del medio rural por velocidad, que es de 5,39 puntos porcentuales en velocidad mayor o igual a 30Mbps (la diferencia en 2019 era de 8 puntos porcentuales), pero que esde24,58 puntos para velocidad mayor o igual a 100Mbps 34 puntos en 2019.
En estas condiciones resulta todavía bastante utópico hablar del teletrabajo en el medio rural, aun cuando ya nadie duda de que esta es una inmejorable medida para descongestionar las masificadas y contaminadas ciudades y atraer población a la España vaciada.
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