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​Ansiedad, insomnio, miedo y desamparo, principales secuelas del coronavirus en el personal de la sanidad

El 62,4% de los profesionales aún no ha recibido compensación por el exceso de horario trabajado y un 21,16% no tiene claras sus vacaciones

Enfermeras protegidas con mascarillas y gafas en el Hospital Povisa de Vigo, del grupo Ribera Salud.

Ansiedad, insomnio, miedo y desamparo son las principalessecuelas y sentimientos que reconoce padecer el personal al servicio de lasanidad pública en una encuesta realizada por la Central Sindical Independientey de Funcionarios (CSIF) sobre 13.138 profesionales y que damos a conocercuando se cumple un mes del fin del estado de alarma. Hasta un 68,55% de laspersonas encuestadas aseguran padecer alguno de estos síntomas.

Con esta encuesta, realizada entre el 1 de junio y el 15 dejulio en los centros de trabajo, así como a través de redes sociales, CSIFpretende poner el acento sobre las deficientes condiciones laborales quetodavía padecen todos los colectivos que trabajan en la Sanidad, lasinsuficientes medidas de seguridad y la falta de compensación por el exceso dehorario.

Los principales problemas de seguridad que refieren laspersonas encuestadas son la ausencia de materiales EPI (71,06 por ciento),falta de mamparas y otras barreras (63,67%), incumplimiento del distanciamientode 2 metros (58,57%), insuficiencia de medidas para asegurar aforos limitados(45,63) o carencias en materia de limpieza y desinfección (43,9 %). Un 18,23%asegura incluso que en su centro hay escasez de hidrogel.

Por otra parte, el 62,46% de los encuestados advierten deque no han recibido compensación por el exceso de jornada realizado durante lacrisis y el 21,16% no tienen aún claras sus vacaciones. Según indican, o biendesconocen todavía la planificación, o bien se las han denegado total oparcialmente.

Además, CSIF pone el acento en que al menos una de cada diezpersonas (11,6%) asegura haber recibido presiones por parte de los cargosintermedios en su actividad laboral, aún estando trabajando con síntomas.

PETICIÓN DE REUNIÓN CON SANIDAD

En estas circunstancias, CSIF se ha dirigido a lasdiferentes consejerías de Sanidad para garantizar las medidas de seguridad,planes de contingencia ante los rebrotes y una eventual segunda oleada, asícomo reclamando un refuerzo de plantillas. CSIF también ha solicitado unareunión al ministro de Sanidad, para analizar la situación de los rebrotes demanera coordinada con las comunidades autónomas. “Y es que pese a los trágicosdatos que ha dejado la pandemia, a día de hoy no estamos preparados paracontrolar los rebrotes de manera adecuada”, señalan.

El Plan de respuesta temprana preparado por el Ministerio,en opinión de CSIF “carece de fórmulas de coordinación con las comunidadesautónomas a la hora de adoptar de medidas, de garantías de recursos humanos ycarece de previsión en la gestión de las reservas de equipos y EPI, entre otrosaspectos”.

CSIF recuerda que España es el país con mayor tasa decontagio entre personal sanitario y a día de hoy la parálisis de las ofertas deempleo público, la precariedad y la inestabilidad de las plantillas hacen quenos enfrentemos a los rebrotes con un déficit de al menos 40.000 efectivos.Además, según datos recabados por CSIF, se han despedido ya la mitad de laspersonas contratadas durante la crisis del coronavirus. Estas cifras setrasladan, por ejemplo, al más que evidente fracaso en la previsión de rastreadoresen diferentes comunidades autónomas y no se ajustan a las recomendaciones delPlan de Respuesta Temprana del propio Ministerio de Sanidad.

“El personal está exhausto, hay déficit de especialidadescomo Enfermería en bolsas de trabajo y en autonomías, como Aragón, se estáncontratando trabajadores sociales como rastreadores. A ello se une la situaciónde agotamiento del personal por la sobrecarga de trabajo. Un amplio porcentajede la plantilla aún no dispone de sus vacaciones”, inciden.

CSIF también ve con preocupación el cierre de centros desalud durante el verano en algunas comunidades como Madrid por la falta deprevisión en la contratación de personal sanitario para cubrir bajas,reducciones de jornada y suplencias por vacaciones. En Castilla y León aún nohan reabierto los consultorios de las zonas rurales.

CSIF lamenta que, tras los estragos que ha provocado lapandemia no se hayan reforzado convenientemente los centros de salud, cuyopersonal ahora realiza más funciones que antes de la pandemia. En laactualidad, por ejemplo, enfermería hace las PCR, el triaje, el seguimiento decontactos… Es imposible hacer todo eso sin más contrataciones.

Esta falta de personal tanto en centros de salud como enSalud Pública puede deberse también a la emigración de profesionales entrecomunidades por las diferencias retributivas.

CSIF ha pedido las consejerías los informes técnicos con lasmedidas de prevención adoptadas en Atención Primaria y Especializada. Elsindicato advierte de que acciones básicas como ofrecer gel hidroalcohólico ala entrada de los centros para desinfección no se producen en muchos casos.Estos informes también deberían de contemplar triajes para evitar, por ejemplo,que pacientes que puedan estar contagiados por covid-19 recorran diferentesestancias de un centro de salud.

La central sindical también reclama que las comunidadesautónomas trasladen su plan de contigencia por escrito. “Así lo hemos hecho porejemplo en Comunidad Valenciana, reclamando que establezca, de manera homogéneay en todos los departamentos de salud, qué hacer ante situaciones de riesgocomo rebrotes o una nueva ola de contagios para que no se produzca ladescoordinación que hubo durante los meses del estado de alarma”, sostienen.

También es crucial reforzar los servicios de AtenciónPrimaria y la detección precoz de COVID-19, así como incrementar la plantillade sanitarios de los servicios de prevención a fin de evitar el contagio entrelos propios profesionales. CSIF Castilla la Mancha recuerda que no podemos volvera cometer el mismo error de contar con profesionales contagiados asintomáticos.Esto podría evitarse con la realización de controles seriados de PCR en losservicios de atención a pacientes COVID-19, así como la implantación de unprotocolo de seguimiento de profesionales donde se evalúe el desarrollo yvaloración de secuelas causadas por el COVID-19.

A todo ello se suma la necesidad de mantener el circuitodiferenciado en unidades de Urgencias de centros hospitalarios para pacientescon COVID-19 o con síntomas de padecerlo, ya que en algunos hospitales se estáprocediendo a su eliminación provocando un doble efecto pernicioso: el riesgode contagio de coronavirus para usuarios que acuden por otras dolencias ypatologías y la falta de seguridad para los propios profesionales.

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