Las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal ultiman su apertura al público a comienzos de junio, con miles de expedientes aún por resolver de los procesos de regulación de empleo temporal, a los que se suma la nueva prestación para empleadas del hogar por falta de actividad (en número todavía indeterminado), a las que ni tan siquiera se ha comenzado a abonar la prestación, y las más de 3,3 millones de prestaciones individuales ordinarias,
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato más representativo en las administraciones públicas, trasladó hoy a los responsables del SEPE su preocupación ante esta situación de vulnerabilidad que padecen miles de personas, cuya angustia e incertidumbre se trasladará sin duda a las oficinas del SEPE y a los profesionales que las atienden.
En respuesta a los requerimientos de CSIF, los responsables del SEPE van a esperar a que se abone la nómina de junio para analizar las incidencias que se pudieran producir, al tiempo que las oficinas de atención al público estén preparadas en materia de protección de riesgos laborales frente al COVID-19.
Los profesionales del SEPE, desde que comenzó la crisis, han estado trabajando siete días a la semana y a doble turno, durante el confinamiento en sus propios domicilios y con sus equipos informáticos para resolver la avalancha de peticiones con una plantilla deficitaria (respecto al año pasado la carga de trabajo se ha incrementado un 530 por ciento, mientras que la plantilla solo ha aumentado un 10 por ciento con personal interino). A esta situación se suman las declaraciones políticas irresponsables sobre el pago de prestaciones, cuando la realidad nos dice que aún hay cerca de 300.000 personas que aún no han percibido su prestación.
Todo ello ha generado una lógica frustración y preocupación en los ciudadanos afectados a los que los empleados públicos quieren seguir atendiendo, eso sí, en las mejores condiciones.
Según los informes facilitados a CSIF, la inmensa mayoría de comunidades autónomas todavía no están en disposición de garantizar una atención con las máximas garantías sanitarias (aún se están instalando mamparas en muchas de ellas) y no se puede garantizar el servicio de seguridad privado en muchas de ellas.
Por eso, desde CSIF reclamamos la presencia de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad en estas unidades, tal y como manifiestan la mayor parte de directores generales del SEPE en las comunidades autónomas.
Además, aún hay oficinas en proceso de remodelación, otras suprimen las salas de espera, por lo que los desempleados tendrán que esperar en el exterior haciendo cola. Por eso, desde CSIF reclamamos, además de las debidas garantías sanitarias y de seguridad y que se priorice la atención telemática.
CSIF plantea que se mantenga esta dinámica de trabajo y que se refuercen de manera urgente las plantillas ya que las cargas de trabajo del Servicio Público de Empleo Estatal se mantendrán en estos dramáticos niveles durante un prolongado espacio de tiempo, con el consecuente e inevitable retraso que se producirá en la tramitación de las prestaciones.
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